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Punto y final a unas fiestas con polémica

 La barriada de La Curva celebro sus fiestas patronales en honor a SU PATRONA la Virgen de La Vega los días 6,7 y 8 de Julio de 2012;unas fiestas muy pobres puesto que la barriada no ha tenido mayordomos y no hubo ni desfile de carrozas.

El Domingo,8 de Julio fué el día "grande " de las fiestas puesto que se veneraba a la Santisima Virgen de la Vega y por lo cual el día de la procesión.Una procesión en la que no falto la polémica por cual seria la Virgen que debia procesionar y alfinal procesiono la nueva imagen y patrona.En la celebración de la Santa misa estubierón presentes el Bicario General del Obispado de Almería,representantes del cuerpo de la Guardia Civil dee Adra así como de la Policia Local de Adra y miembr@s de la corporación municipal del Ayuntamiento de Adra con el señor Alcalde a la cabeza.

 La procesión se desarrollo con total normalidad mientras que los vecin@s que no estan deacuerdo con la nueva imagen sino que quieren la de siempre se quedarón en la Iglesia rezandole a la imagen DE SIEMPRE pero el cura parroco D. Antonio Manzano les APAGÓ las luces del templo para que no estuvierán alli.

Al finalizar la procesión se disparó una grandisima traca de fuegos artificiales que duro aproximadamente unos 10 minutos,tal vez más.

El reciente caso de engaño que han padecido los vecin@s de esta barriada se dió a conocer más en profundida con la aparición en el programa de Canal Sur TV "Tiene arreglo" y en las noticias de Tele 5 en el cual los vecin@s reclamabán la Virgen que siempre han tenido en su pueblo y tanto el cura parroco de la barriada D. Antonio Manazano y el Obispado de Almería se llevaba la Virgen

para,supuestamente,restaurarla.

La Virgen ha sido destronada y le han retirado el patronazgo de la barriada.Al finalizar la procesión y entrar la nueva imagen en el templo el cura parroco comenzo a rezar a la nueva imagen pero en ese momento l@s vecin@s que reclaman su VERDADERA VIRGEN y PATRONA comezarón a vitorear y a aplaudir a la VIERGEN DE SIEMPRE hasta tal punto en el cual no se escuchaba la oración del cura.