jueves, 14 de marzo de 2013

"Habemus Papam", Santidad Francisco I


En la tarde de ayer 13 de Marzo de 2013, sobre las 7:09PM, la fumata de la Capilla Sixtina de la Ciudad del Vaticano comenzaba a disparar humo blanco, lo cual anunciaba al mundo entero "Habemus Papam".

Desde ese momento, fueron miles las personas que se desplazaron hasta la Plaza de San Pedro en Roma para ver la primera aparición del nuevo Pontífice.

Pontífice que para mayor sorpresa del mundo entero fue el argentino Jorge Bergoglio.

Jorge Bergoglio nació en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina el 17 de Diciembre de 1936, uno de los cinco hijos de un matrimonio de italianos formado por Mario Bergoglio (empleado ferroviario) y Regina (ama de casa).

A los 21 años (en 1957) decidió convertirse en sacerdote. Ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto, como novicio de la compañía de Jesús. Fue ordenado sacerdote el 13 de Diciembre de 1969. A partir de entonces hizo una larga carrera dentro de la orden de la cual llegó a ser «provincial» desde 1973 hasta 1979, ya durante la dictadura civico-militar argentina.
 
Fue consagrado Obispo titular de Auca el 20 de Mayo de 1992, para ejercer como uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires.
 
Forma parte de la Comisión para América Latina, la Congregación para el Clero, el Pontificio Consejo para la Familia, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Ordinario de la Secretaría General para el Sínodo de los Obispos y la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

Como cardenal, Bergoglio fue conocido por su humildad, conservatismo doctrinal y su compromiso con la justicia social. Un estilo de vida sencillo ha contribuido a la reputación de su humildad. 

Vive en un apartamento pequeño en vez de la residencia palaciega episcopal. Renunció a su limusina y a su chofer en favor del transporte público, y cocina su propia comida.
 
Al morir Juan Pablo II, eran 117 los cardenales menores de 80 años en condiciones de votar para elegir un nuevo papa, entre los cuales se encontraba el cardenal Bergoglio, considerado "papable" y de quien se dice que logró obtener 40 votos de los 77 que eran necesarios para ser elegido (es decir, el segundo lugar detrás del que fue elegido y convertido en Benedicto XVI, el cardenal Joseph Ratzinger. Se ha dicho que Bergoglio estaba en una lucha cerrada con Ratzinger durante la elección hasta que hizo una súplica emotiva pidiendo a los cardenales que no votaran por él. Sin embargo, puesto que existe obligación de secreto absoluto para los asistentes al cónclave (Constitución
Apostólica Universi Dominici Gregis de 22 de febrero de 1996, cap.II, n.o48) bajo pena de excomunión reservada al Sumo Pontífice (Código de Derecho Canónico, canon 1399), este dato debe tomarse como mera especulación. Antes, había participado en el funeral de Juan Pablo II y actuado como regente junto al Colegio de Cardenales, gobernando la Santa Sede y la Iglesia Católica Romana durante el periodo de interregnum de la sede vacante.

Tomó el nombre de Francisco —en ocasiones reproducido como Francisco I y, en su primera aparición pública, el Pontífice elevó una oración por su antecesor, el papa emérito Benedicto XVI. Acto seguido, dijo que comenzaba "un camino", y pidió a los fieles que rezaran "unos por otros para que haya una gran fraternidad". «Espero que este camino de la Iglesia que hoy comenzamos sea fructífero para la evangelización». Además, pidió una oración en silencio por él para que Dios le ayudara en su labor.

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